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Alumbrando la luz de la profecía, rompiendo la profunda oscuridad

  • Nation | Filipinas
  • Date | January 06, 2011
Fernando de Magallanes, un explorador portugués, encontró una isla cuando cruzaba el Océano Pacífico después de salir de España. Esta isla fue colonizada rápidamente por España y su religión también cambió al catolicismo. Esto sucedió en 1565. Más de 300 años después, el 12 de junio de 1898, la isla finalmente declaró su independencia.

Sin embargo, la alegría de la independencia no duró mucho. Al final de la Guerra Hispano-estadounidense en el mismo año, se firmó el Tratado de París1), y el país insular llegó a estar nuevamente bajo el control de la colonia americana. Ya que había un sentimiento creciente por la independencia, parecía que su libertad perdida sería recobrada pronto. No obstante, cuando estalló la Guerra del Pacífico2), esta fue nuevamente ocupada por Japón. En 1946, cuando Japón fue derrotado en la guerra, la isla recobró completamente su soberanía.

Nos referimos a Filipinas, el país que inevitablemente ha llegado a ser la única nación católica de Asia. Los filipinos llevan en el alma las sombras del pasado cuando fueron puestos bajo la restricción colonial una y otra vez justo antes de la independencia.

Probablemente debido a esto, también les resultaba muy difícil deshacerse de las restricciones espirituales. Cuando les predicábamos las buenas de la libertad eterna, parecía que se librarían inmediatamente de la cadena de la muerte, pero no se desligaban fácilmente de la falsedad, la cual había estado profundamente arraigada en su país por cientos de años. Esta situación se repetía, y esto nos causaba mucha ansiedad.

La independencia espiritual de Filipinas parecía posible de alcanzar, pero aún estaba lejos. Ya que el evangelio en Manila, Filipinas, era demasiado lento, me sentía muy apenado hacia Dios. No obstante, como ahora se están cumpliendo todas las profecías, los grilletes del pecado finalmente se han roto y la bandera de la libertad está flameando alto.


Esperando el amanecer en la profunda oscuridad

La capital de Filipinas es la Gran Manila, llamada frecuentemente solo “Manila”. Sin embargo, Manila y la Gran Manila son claramente diferentes. La Gran Manila es el área metropolitana que comprende a la ciudad de Manila, así como también 16 ciudades y municipios circundantes. En enero de 2006 vine a Manila, una de estas ciudades. En ese momento, el evangelio en Filipinas acababa de empezar, por eso aún no había Sion en Manila, excepto una Casa-Iglesia en Quezón City.

Aunque no podía hablar inglés fluido, predicaba diligentemente el evangelio, dando gracias a Dios por haberme confiado la misión de la predicación en el extranjero.

Muchas almas escuchaban gustosamente la palabra de Dios y llegaban a ser hijos de Dios sin dudar. Dentro de un año, recibimos la bendición de extender el lugar de nuestra tienda; nos mudamos a un lugar más grande. Parecía que pronto ocurriría una obra milagrosa.

No obstante, por alguna razón ya no pude ver a muchos de los miembros. Resulta que la mayoría de ellos habían dejado de venir a Sion porque esta se había mudado y les resultaba más lejos. Viendo los asientos vacíos, trataba de contener las lágrimas.

Tenía que empezar todo de nuevo. Las personas del vecindario visitaban Sion por curiosidad, al oír que había algunos coreanos. Pero la mayoría de ellos venían con expectativas mundanas en lugar de la esperanza celestial. Cada vez que veía los asientos vacíos en Sion, aunque me esforzaba mucho por llenarla, me sentía frustrado y afligido, sin saber qué hacer. Lo que más me preocupaba era la falsedad que no desaparecía aunque lo intentaba.

Cuando les preguntaba si sabían acerca de la Madre celestial, la mayoría de ellos respondía: “La Madre María”. Cuando predicábamos acerca de nuestra Madre celestial, asentían como entendiendo, pero insistían en creer en María.

Las calles y las casas estaban llenas de ídolos. No importaba cuántas veces les explicara que Dios había prohibido la idolatría, pues ellos seguían apreciando los ídolos y atesorándolos como algo muy especial. Para las personas de aquí, el catolicismo es parte de sus vidas, más allá de la religión. Para ellos, es algo aterrador abandonar algo en lo que han creído naturalmente; pensaban que esto podría causar una completa confusión en su vida.

Sin embargo, raras veces van a la iglesia. Excepto en los días especiales como su cumpleaños o la Navidad, que equivocadamente piensan que es el día del nacimiento de Jesús, nunca van a la iglesia. Ellos piensan que muestran completamente su reverencia hacia Dios haciéndose la señal de la cruz cuando pasan por una iglesia.

Por eso no era de extrañar que fueran incapaces de comprendernos cuando les decíamos que guardaran los mandamientos de Dios incluyendo el santo día de reposo.

Había esa clase de oscuridad profunda en toda Filipinas. Mientras más me esforzaba por eliminar la oscuridad, más se aproximaba. La Madre era el único poder que nos podía permitir vencer la oscuridad. Creyendo que el amanecer espiritual de Filipinas ciertamente sería destruido por la luz de la Madre, continuábamos orando y predicando a la Madre celestial una y otra vez.


Despertando de un profundo sueño en un instante

ⓒ 2011 WATV
Estaba realmente fuera de nuestras habilidades encontrar buenos frutos, pero Dios nos permitió encontrar las almas que habían estado vagando, buscando la verdad. Los miembros de nuestra familia celestial fueron guiados a Sion uno tras otro, aunque lentamente, y algunos de ellos incluso visitaron Corea como nubes, como palomas a sus nidos. Ellos regresaron de Corea con el Espíritu Santo de la Madre, y compartieron con los miembros que aún eran débiles en la fe, el amor de la Madre y su emocionante entendimiento y sus experiencias en Corea.

De hecho, la obra del evangelio se estaba llevando a cabo activamente en otras ciudades de la Gran Manila. Solo en Manila, el fuego del evangelio parecía encenderse, pero se extinguió muy pronto. La ciudad entera estaba en silencio como si hubiera caído en un profundo sueño. Sin embargo, parecía que empezaba a despertar gradualmente, y en 2010, la profecía que se estaba cumpliendo sorprendentemente despertó Manila en un instante. Dios estaba cumpliendo rápidamente el evangelio en Manila, como había dicho: “A su tiempo haré que esto sea cumplido pronto” (Is. 60:22).

Esta primavera pasada, muchos jóvenes como el rocío del alba se volcaron a Sion a través del equipo misionero de corto plazo de Corea. Ellos distinguieron claramente la verdad de la falsedad, y también se armaron completamente con la palabra de Dios estudiando constantemente la Biblia, para poder predicar el evangelio por sí mismos.

Celebramos la fiesta de Pentecostés con estos miembros jóvenes en medio del ajetreo de la Sion por primera vez atestada, y todos recibimos el Espíritu Santo abundantemente.

Tiempo después de las fiestas de primavera, otro equipo misionero de corto plazo vino a Manila. Esta vez, los jóvenes de la iglesia de Manila, que eran principiantes en la predicación, también se unieron a la misión de corto plazo. Al ayudar a los miembros del equipo misionero de corto plazo de Corea, que no hablaban el idioma con fluidez, vieron con cuánta pasión los miembros coreanos predicaban la palabra de Dios en un país extranjero, y abrieron sus ojos a la misión de salvar almas. Ellos también comprendieron con el corazón la verdad del nuevo pacto y el sacrificio del Padre y de la Madre, al predicar el evangelio por sí mismos.

Desde ese momento, los jóvenes han estado muy entusiastas en el evangelio. Un día, un hermano derramó lágrimas; él estaba atravesando un momento difícil debido a su familia que se oponía a la verdad. Pero no lloraba por el sufrimiento, sino porque se sentía muy ansioso por su familia que no comprendía la verdad de la Madre celestial, el verdadero Dios. Dado que los miembros participan en el evangelio con este ansioso corazón, la bendición de una nueva vida continúa todos los días.

Hasta ahora, la iglesia de Manila ha sido guiada por miembros coreanos. Todo: la predicación, las actividades voluntarias en Sion, el estudio de la Biblia, etc., era posible solo cuando los miembros coreanos tomaban la delantera. Ahora, sin embargo, son los miembros del área de los jóvenes quienes llevan la delantera en la obra del evangelio en Manila. Ellos predican el evangelio aprovechando cualquier oportunidad, diciendo que tienen que encontrar a los hermanos y hermanas perdidos, y animan la atmósfera de Sion. Cuando veo a los miembros predicar el evangelio alegremente y sin descansar, a pesar del clima abrasador, hasta me siento avergonzado conmigo mismo.

Todos ellos tienen una meta: cumplir la Misión de los Diez Talentos que la Madre nos ha encomendado. Ya que la Madre ya ha concedido la bendición a sus hijos, ellos creen que ciertamente la recibirán y están llenos con la decisión de ganar muchos más talentos llevando abundantes frutos. Ellos tienen a la Madre en el centro del corazón, por eso lo que primero predican es la verdad de la Madre celestial.

Sorprendentemente, las personas reciben a la Madre celestial de inmediato, como si hubieran estado esperándola; antes eran muy lentos para creer. Todo esto es el cumplimiento de la profecía. Según las profecías que se están cumpliendo exactamente y sin falta, Manila ahora está despertando a través del agua de la vida de la Madre, después de haber caído en un profundo sueño.


Un rayo de luz expandiéndose a 7.000 islas

Así como hay algunas personas en Corea que vienen a Seúl sin un plan en particular, porque esperan a ciegas tener éxito con tan solo ir allá, también hay muchos filipinos que han venido a Manila desde otras regiones con el llamado “Sueño de Manila”. Se dice que incluso hay más inmigrantes que nativos en Manila, y en la Sion de Manila también hay muchas personas que recibieron la verdad cuando vinieron a Manila para encontrar trabajo. El problema es que ellos tienen que regresar a sus pueblos después de terminar su trabajo en Manila.

Cada vez que uníamos nuestra mente para realizar la obra del evangelio alegremente, los miembros empezaban a irse de Manila uno tras otro. Por eso, nos sentíamos algo desalentados y tristes. Pero este fue también un gran consejo de Dios.

Filipinas es un país insular que consta de 7.100 islas grandes y pequeñas. Manila está localizada en la isla de Luzón, la isla más grande de Filipinas. A pesar de que el evangelio aún no había sido predicado completamente en Luzón, la salvación de la Madre celestial se estaba predicando en las regiones más alejadas aunque nosotros no estábamos conscientes de ello; los miembros que habían regresado a su pueblo natal después de escuchar el evangelio en Manila, predicaban el nuevo pacto a sus familiares y vecinos.

Batangas es famosa por sus hermosas playas cerca de Manila; esta ciudad es la tierra natal de un diácono. Más allá de la impresionante vista, se esconde un área montañosa escarpada. Se dice que durante el gobierno colonial japonés, algunos intelectuales formaron una aldea en lo profundo de la montaña para huir del ejército japonés. Cuando visité ese lugar, hasta dudaba que hubiera casas, porque una zona de densa selva se extendía ante mis ojos. Caminando por la selva, podía ver algunas casas detrás de los frondosos arbustos. Lágrimas brotaban de mis ojos cuando pensaba que había almas que anhelaban a Dios Elohim incluso en esta remota área.

Un día, salí a cierta región después de escuchar que había muchas almas que estaban esperando recibir la promesa de una nueva vida por medio del bautismo. Apenas pude llegar allá después de un viaje de 10 horas. Algunos niños en la aldea estaban cantando una canción, la cual era algo familiar para mí. ¡Era el cántico nuevo! El niño que primero había escuchado el evangelio enseñó el cántico nuevo a sus amigos. ¡Escuché el cántico nuevo en una extraña tierra! No puedo expresar con palabras cuánta emoción sentí en ese momento.

Las voces de alabanza a la Madre resuenan en un profundo valle montañoso, en las casas de bambú en un bosque tropical lluvioso, y también en una remota isla.

Verdaderamente, el Padre y la Madre son Dios Elohim Todopoderoso, que cumplen rápidamente el evangelio, incluso en un instante.

Hace poco he escuchado que la hermana que guarda sola su fe en Elizabeth, que está a 12 horas de Manila, va a visitar Corea esta vez. Creo que el amor de la Madre celestial también será predicado pronto en Elizabeth. Estoy emocionado, y por otro lado, me siento ansioso por la escasez de obreros.

Hay más de 7.000 islas en Filipinas, donde tenemos que recuperar el evangelio. Sion será establecida pronto en todas esas islas si los obreros del evangelio, que personalmente han visto, escuchado y sentido el amor de la Madre, vienen para transmitir el amor de la Madre a las personas de allá. Sin embargo, hay una escasez de obreros del evangelio.

La misión mundial se está cumpliendo muy rápido como un relámpago. Creo que si los obreros del evangelio que tienen la fe firme salen al mundo poderosamente, la gloria de Dios Elohim alumbrará muy rápidamente en todo Filipinas.

El evangelio en Manila era como un débil rayo de luz. La débil luz ha brillado, e ilumina en todas partes de Filipinas. En unos cuantos meses se han volcado a Sion muchos hermanos y hermanas que estaban esperando a la Madre. Y yo estoy muy agradecido.

Madre, ahora Manila ha despertado del sueño de la muerte, deshaciéndose de la profunda oscuridad. Nosotros, que hemos despertado a través del amor y la gracia eterna, alumbraremos la luz de la salvación brillantemente según las profecías.
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